OBJETIVOS: valoración de la participación del farmacéutico comunitario en un proyecto de detección de desnutrición en pacientes mayores de 65 años.
MATERIAL Y MÉTODO: cuestionario de elaboración propia, dirigido al farmacéutico comunitario tras participar en el proyecto, que incluye preguntas sobre la percepción del paciente, satisfacción del farmacéutico, organización del proyecto, incorporación de éste y otros servicios profesionales en la farmacia comunitaria.
RESULTADOS: el 95 por ciento de los farmacéuticos considera que ha sido fácil ofrecer el servicio y captar pacientes. El 100 por ciento de los en-cuestados considera que ha mejorado el conocimiento nutricional de sus pacientes. El 70 por ciento cree que no ha mejorado la percepción del farmacéutico comunitario por parte de los pacientes. Por otro lado, el 85 por ciento de los farmacéuticos se siente más satisfecho a nivel profesional y el 71 por ciento considera que ha incorporado nuevas herramientas prácticas en su trabajo diario. Aunque no se ha conseguido una colaboración activa entre el farmacéutico y el médico en ningún caso; ni entre el equipo de la farmacia en el 28 por ciento de los casos. El 52 por ciento cree que el tiempo que implica realizar el servicio es adecuado y el 28 por ciento cree que es rápido. Además el 71 por ciento cree que es un servicio útil y que podría implantarse como un servicio profesional. El 24 por ciento opina que debería ser un servicio gratuito frente al 62 por ciento que considera que la Administración pública o entidades privadas deberían financiar este tipo de actividades. Un 63 por ciento piensa que se deberían realizar campañas para dar a conocer dichos servicios por parte de la Administración pública y un 32 por ciento que deberían ser recomendados por parte de otros profesionales de la salud. Los factores que más motivan al farmacéutico comunitario a participar en proyectos de investigación son la formación, actualización y práctica asistencial del tema del estudio, realización y satisfacción profesional y el hecho de contribuir a consolidar al farmacéutico comunitario como agente de salud. En el otro extremo encontramos la remuneración económica y la inversión de tiempo y recursos humanos en la implantación de dicho servicio.
CONCLUSIONES: el farmacéutico comunitario cree que la detección de desnutrición en la farmacia comunitaria es un servicio útil y contribuye a mejorar el estado nutricional de los pacientes. Asimismo considera necesaria la implicación de otros profesionales sanitarios y de la Administración pública.