INTRODUCCIÓN: algunos de los síntomas de COVID-19 continúan semanas o meses después de la infección, sin la existencia de un daño orgánico. Esta afección es lo que ha pasado a denominarse COVID persistente.
OBJETIVOS: - Relacionar la gravedad de la COVID persistente con el estilo de vida y las patologías previas crónicas- Medir la percepción del cambio en la calidad de vida.
MATERIAL Y MÉTODO: se ha realizado un estudio retrospectivo, observacional, descriptivo, individual y de corte transversal, mediante un cuestionario de forma anónima. Criterios de inclusión: pacientes que entraban a la farmacia, que habían padecido previamente COVID-19 y respondían a la encuesta. Criterios de exclusión: pacientes de la farmacia que no respondían la encuesta o que no habían padecido la COVID-19.
RESULTADOS: se incluyeron en el estudio 174 participantes. La incidencia de contagios de nuestros pacientes coincide con los picos de las distintas olas de COVID-19.El 66.6 % de los pacientes perciben que la intensidad de sintomatología de COVID persistente es baja, con una percepción de mayor gravedad en personas mayores. El 96,7 % de los pacientes que fueron hospitalizados con COVID dicen que la COVID persistente no les afecta en su calidad de vida .El 88,4 % no estaban tratando sus síntomas frente a un 11,6 % que sí lo hacía. 24.78 % eran fumadores. Entre estos, los síntomas que más se repetían eran la fatiga (17,8 %), la pérdida de cabello (12,3 %), los trastornos olfativos (9,6 %) y los problemas cutáneos (9,6 %). Entre las personas no fumadoras encontrábamos fatiga (28,3%), pérdida de cabello (16,1 %), desórdenes del sueño (11,1 %) y dolor en las articulaciones (9,4%). El 88,4% de los pacientes con patologías previas decían que los síntomas de COVID persistente afectaba su calidad de vida poco o nada.
DISCUSIÓN: existe confusión a la hora de distinguir qué es la COVID persistente y qué son las secuelas de la COVID-19.La falta de diagnósticos de los síntomas de la COVID persistente y de su conocimiento como enfermedad ha dificultado la recogida de datos en nuestro trabajo.
CONCLUSIONES:- Tabaquismo y estilo de vida, principalmente la dieta, influyen en los síntomas de COVID persistente y su repercusión en la calidad de vida de los pacientes. En pacientes con patologías previas la percepción de los síntomas de COVID persistente es menor.- La percepción de la repercusión de la COVID persistente en la calidad de vida fue mayor en personas de más edad.