PRESENTACIÓN: paciente de 61 años, mujer, sin antecedentes, que acude el 16 de marzo a la farmacia comunitaria, refiriendo cefalea y vértigo, de varios días de duración. Tras la primera entrevista, descartando patologías asociadas y siguiendo los protocolos de actuación según Servicio de Indicación, proponemos dimenhidrinato y hacemos una primera toma de medidas de presión arterial, para ir pasando por distintos servicios, detectando valores elevados de presión arterial y emitiendo informe de derivación al médico que entonces permanecía cerrado por el estado de alarma.
DESARROLLO: tras la primera toma de medidas, citamos a la paciente para MAFC del 20 al 27 de marzo y a la vista de los resultados, con una media de presión arterial diastólica > 95 mmHg, proponemos servicio de AMPA durante la siguiente semana. Instruimos a la paciente sobre la toma correcta y el protocolo a seguir para que anote en su domicilio todos los valores obtenidos durante una semana, dos veces al día y con tres medidas cada toma. De igual modo, en domicilio, se obtienen valores superiores a 85 mmHg. Con estos dos servicios profesionales derivamos al servicio de nutrición para seguir recomendaciones higiénico dietéticas y nutricionales a la espera de una cita con su médico de atención primaria que temporalmente no realiza consultas presenciales debido al estado de alarma. La paciente se encuentra bien, la cefalea está controlada y los vértigos apenas aparecen en estos días en que la paciente está modificando sus hábitos alimenticios, pero sus valores de PA continúan elevados. Se contacta de manera telefónica con MAP y se solicita cita presencial para revisión de los informes generados por la farmacia para valorar problema de salud.
RESULTADO: tras acudir al centro de salud, le realizan analítica y electrocardiograma. La paciente adjunta todos los informes elaborados por la farmacia comunitaria y le prescriben tratamiento antihipertensivo y seguimiento. Continuamos en el servicio de nutrición y seguimiento de presión arterial, que actualmente está controlada con el tratamiento. Demostramos así que nuestra labor asistencial está siempre al alcance del paciente, con y sin estado de alarma, siendo un apoyo anímico para todos los que se han sentido algo desprotegidos estos meses.