Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte a nivel mundial. En España provocan casi el 30 % de la mortalidad general y existe una relación directa entre la hipertensión arterial (HTA) y la aparición de estas enfermedades. Por tanto, es necesario mejorar el abordaje de la HTA, ya que es el principal factor de riesgo modificable de las ECV. Tampoco debemos olvidar que la HTA es frecuentemente asintomática, lo que implica que haya un gran número de pacientes no diagnosticados, con el consiguiente riesgo para su salud.
Para mejorar el abordaje de la HTA es esencial la medida periódica de la presión arterial (PA), una de las técnicas más utilizadas en la práctica clínica diaria por parte de los profesionales sanitarios. La determinación correcta de las cifras de PA es imprescindible para el diagnóstico inicial, seguimiento y evaluación de la efectividad de los tratamientos prescritos en pacientes ya diagnosticados.
La medida de la PA se realiza de forma habitual por diferentes profesionales sanitarios, ya sean médicos, enfermeros o farmacéuticos, así como por el propio paciente a través de la automedida de la presión arterial (AMPA). A pesar de su elevada prevalencia, aún hay escasa concienciación sobre los peligros de la HTA por parte de la población general. Por ello, es necesario buscar mecanismos y contar con herramientas prácticas que favorezcan la coordinación y la comunicación entre los distintos agentes que intervienen a la hora de intervenir en el control de esta patología.
La presente guía nace con la pretensión de mejorar la colaboración entre profesionales sanitarios en el ámbito de la atención primaria (AP). Su principal objetivo es establecer protocolos comunes en el abordaje de la HTA dirigidos a médicos de AP y farmacéuticos comunitarios con el fin de mejorar la comunicación y coordinación entre ambos colectivos.
La guía pretende protocolizar la realización de la medida de la presión arterial sobre la base de la evidencia científica disponible, coordinar las actividades de cribado –en especial las que se llevan a cabo en la farmacia comunitaria, pues es este el establecimiento sanitario donde más mediciones de la PA se realizan–, establecer criterios de seguimiento, derivación y control y, por último, ayudar a mejorar la adherencia terapéutica de los pacientes con hipertensión o que siguen recomendaciones de estilo de vida.
El valor añadido de esta guía reside en que ha conseguido aunar en un documento a expertos de primer nivel en HTA y RV (riesgo vascular) pertenecientes a las principales sociedades científicas médicas de atención primaria (SEMERGEN, semFYC y SEMG), junto a SEH-LELHA y SEFAC. Esto constituye un hito y una referencia que debe servir para que el abordaje de la HTA sea integral y permita una mejora palpable en la calidad de vida de los pacientes con hipertensión y con riesgo vascular. Por consiguiente, sirvan también estas líneas como reconocimiento al gran trabajo de todos los autores de este consenso que, sin duda, contribuirá decisivamente no solo a la mejora de la práctica clínica por parte de los profesionales sanitarios implicados, sino también a una mayor protección de la salud de la población.