PRESENTACIÓN: paciente varón en seguimiento farmacoterapéutico, normopeso, de 66 años, diagnosticado de asma ocupacional, en tratamiento con deflazacort, bilastina, salbutamol, fluticasona, risendronato semanal y carbonato calcico, seretide 25/250 (salmeterol/fluticasona) y salbutamol a demanda. Presenta una adherencia terapéutica medida por test adherencia inhaladores (test TAI) y una correcta técnica inhalatoria.
DESARROLLO: en consulta de neumología se cambia la prescripción de Seretide 25/250 a Foster 200/6 (beclometasona/formoterol) en uso a demanda para su problema de salud. La utilización de Foster ha permitido disminuir la utilización de salbutamol. Con esta forma de utilizar Foster 200/6 el paciente empieza a sufrir de nerviosismo e insomnio, que le hace acudir a urgencias, donde se le prescribió lorazepam 1 mg. Posteriormente, su médico de atención primaria confirmó esta prescripción. El paciente es habitual en el servicio de seguimiento farmacoterapéutico y pide adelantar su cita, a lo cual se accede. El paciente presenta un nuevo problema de salud (insomnio, nerviosismo) no resuelto con lorazepam 1 mg. En esta visita se estudia principalmente el cambio que se realiza en neumología y la adición de lorazepam a la terapia del paciente, concluyendo que lorazepam no es necesario, no es efectivo y no es seguro. El nuevo problema de salud del paciente es causado por el uso a demanda del nuevo inhalador (Foster 200/6) asociado a un exceso de dosis de agonista beta-2 largo. Además, el grado de control de su asma había empeorado en relación con visitas anteriores.
RESULTADO (intervención farmacéutica): se derivó al paciente a alergología con informe escrito. El alergólogo cambia el inhalador Foster 200/6 a Seretide 50/500, añadiendo salbutamol a demanda. Se derivó a médico de atención primaria, mediante informe escrito, para valorar la retirada de lorazepan de la terapia del paciente. En ambos casos, se produce la aceptación de la intervención farmacéutica, mejorando el estado de salud del paciente. El cambio de inhalador ha permitido disminuir la aparición de nerviosismo e insomnio que sufría el paciente, y mediante la retirada de lorazepam se ha evitado la prescripción en cascada que ocurría en este abordaje terapéutico.
CONCLUSIÓN: la intervención comunitaria del farmacéutico mediante el seguimiento farmacoterapéutico puede ser un elemento que mejore la prescripción en los pacientes.