OBJETIVOS: evaluar la dieta en dos centros gerontológicos para comprobar la adecuación de dichas dietas a las recomendaciones vigentes para la población española. Una vez evaluada la dieta, se corregirán las desviaciones encontradas con respecto a las recomendaciones vigentes mediante la inclusión en la dieta de alimentos complementarios y se comprobarán los posibles efectos de las correcciones efectuadas sobre diversos parámetros bioquímicos y el perfil lipídico sanguíneo de los residentes gerontológicos.
MATERIAL Y MÉTODO: para evaluar la dieta en ambos centros, se procedió a tomar muestras de todos los alimentos administrados a los residentes durante un período de dos meses. Dichos alimentos se pesaron y analizaron, y con los datos obtenidos se calculó la ración media diaria recibida por los residentes. Posteriormente, fueron reclutados 18 voluntarios residentes en dichos centros gerontológicos, los cuales consumieron durante un período de dos meses una dieta adaptada a las recomendaciones vigentes. A dichos sujetos se les realizaron extracciones de sangre tanto al inicio como al final del ensayo y se les analizó el perfil lipídico y diversos parámetros bioquímicos.
RESULTADOS: en ambos centros gerontológicos la dieta media diaria mostró un exceso en el consumo de proteínas y un déficit en el consumo de grasa, especialmente de ácidos grasos monoinsaturados. Tras la intervención realizada, el ratio co-6/co-3 mejoró de forma significativa en los sujetos sometidos a la misma. Por otra parte, pudo observarse en dichos sujetos un descenso en los niveles medios de creatinina y un aumento en los niveles de colesterol HDL y de albúmina. Por otra parte, se produjo también un ligero aumento en los niveles de homocisteína sérica, que se sitúan ligeramente por encima de los niveles recomendados (hasta 15 mcmol/L).
CONCLUSIONES: la desviación más importante con respecto a las recomendaciones vigentes que presentaba la dieta de los dos centros estudiados era su excesivo aporte proteico (superior en ambos casos al 24 por ciento de la ingesta calórica). La intervención nutricional realizada, consistente principalmente en la reducción del consumo de proteínas y aumento en el consumo de ácidos grasos omega-3, promovió una mejora en algunos de los parámetros hemáticos importantes para la salud. De este modo, los niveles de homocisteína y el ratio omega-6/ omega-3 en sangre mejoraron de manera significativa tras la intervención nutricional.