Farm Comunitarios. 2023 Jan 02;15(1):3-4. doi: 10.33620/FC.2173-9218.(2023).01

El farmacéutico comunitario ante la salud mental

Amparo Bonilla Guijarro

La salud mental es un estado de bienestar en el que el individuo puede hacer frente a las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad (1). Tal y como estableció en su día la Declaración de Helsinki de la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la salud mental, “no hay salud sin salud mental” (2). Sin embargo, la salud mental es un componente frágil de nuestras vidas (como ha puesto en evidencia la pandemia de COVID-19) y puede ponerse en riesgo por el estrés, unas condiciones laborales o económicas adversas, desigualdades sociales, violencia o conflictos. Los problemas de salud mental afectan a todas las edades y grupos sociales y son enfermedades que abarcan un amplio rango de trastornos: depresión, ansiedad, demencia, suicidio, trastorno del espectro autista o trastornos alimentarios son solo una pequeña muestra de ello. Son, además, situaciones en las que los pacientes y sus familias pueden sufrir discriminación, rechazo, estigma y exclusión social, agravando el problema (3).

La OMS considera la salud mental en Europa una prioridad clave de trabajo para los próximos años (3). En España, el Ministerio de Sanidad ha desarrollado la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud para el periodo 2022-2026 (4). Este documento aboga por mejorar la salud mental de la población y busca favorecer una detección precoz de sus problemas mentales y una atención individualizada. La estrategia consiste en promover un abordaje terapéutico de los problemas de salud mental mediante herramientas que hayan proporcionado evidencia científica y el farmacéutico comunitario puede hacer grandes aportaciones en esta área.

En primer lugar, como principal experto en el medicamento y consejero de pacientes en tratamiento farmacológico, la ayuda del farmacéutico comunitario es fundamental para mantener la adherencia a largo plazo y conseguir el éxito terapéutico. En segundo lugar, porque los pacientes con trastornos mentales acceden al sistema sanitario a través de la atención primaria, y la capilaridad y cercanía de la farmacia comunitaria puede ayudar al cribado y a la detección precoz de patologías mentales en un momento en que las consultas médicas se encuentran saturadas. Y en tercer lugar, porque el riesgo de comorbilidades en los pacientes con trastornos mentales es mayor que en la población general: las personas con patología mental tienen más predisposición a sufrir otras enfermedades como infarto de miocardio o diabetes y, a su vez, personas con cáncer, enfermedades cardiovasculares o infección por VIH suelen sufrir más trastornos mentales. Un abordaje compartido entre el médico de atención primaria y el farmacéutico comunitario será una herramienta clave para favorecer el diagnóstico diferencial, el acceso a los tratamientos y para mantener un seguimiento estrecho a largo plazo de pacientes complejos y de sus familiares, dado que garantiza la continuidad asistencial.

Queremos avanzar todos juntos, sin dejar a nadie atrás, y especializarnos en salud mental del mismo modo que lo hemos hecho en otras áreas. Para ello, va a ser necesario potenciar la educación, la formación y la capacidad investigadora de los farmacéuticos en relación con las necesidades actuales y futuras de salud mental de la población, incluidas las necesidades para una correcta recuperación de la COVID-19. Es por esto que SEFAC ha creado recientemente el Grupo de Trabajo en Abordaje y tratamiento de la salud mental, con el que estamos muy ilusionados, porque damos respuesta a una necesidad social que no estaba cubierta y porque ayudamos al desarrollo de nuestra profesión. 

Los objetivos de este nuevo grupo son mejorar el conocimiento de la farmacoterapia utilizada en el área de salud mental en la farmacia comunitaria, impulsar la actuación del farmacéutico en la mejora de la adherencia al tratamiento de los pacientes con patologías mentales, reforzar el papel del farmacéutico comunitario en el área de la salud mental e implicar al farmacéutico comunitario en la detección precoz de los trastornos mentales. Por lo tanto, el grupo tiene un potencial de desarrollo muy grande y esperamos que podamos generar proyectos e iniciativas que respondan a los objetivos marcados, pues será bueno para la profesión y, sobre todo, para los pacientes y sus familiares. Te animamos pues a unirte y a seguir avanzando con nosotros.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. World Health Organization. Comprehensive Mental Health Action Plan 2013-2030. [Internet] Geneve 2021. [consultado 2 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.who.int/es/publications/i/item/9789240031029

2. World Health Organization. Declaración de Helsinki: Conferencia Ministerial de la OMS para la salud mental. [Internet] 2005. [consultado 2 de enero de 2023]. Disponible en: https://consaludmental.org/publicaciones/DeclaracionHelsinki.pdf

3. World Health Organization. European Programme of Work 2020-2025: United Action for Better Health. [Internet] World Health Organization. Regional Office for Europe. 2021. [consultado 2 de enero de 2023].Disponible en: https://apps.who.int/iris/handle/10665/339209

4. Ministerio de Sanidad. Gobierno de España. Estrategia de salud mental del Sistema Nacional de Salud. Periodo 2022-2026. [Internet] Ministerio de Sanidad; 2022. [consultado 2 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.sanidad.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/docs/saludmental/Ministerio_Sanidad_Estrategia_Salud_Mental_SNS_2022_2026.pdf

 

 

 

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