
OBJETIVOS: este estudio forma parte de un proyecto destinado a cuantificar el grado de conocimiento que tiene el paciente que acude en horario nocturno a una farmacia para demandar los medicamentos prescritos sobre la medicación prescrita en un servicio de urgencias médicas. Se pretende con ello evitar el mal uso de los mismos por parte del paciente y contribuir de esta manera a la disminución del costo global de la atención sanitaria. Durante el desarrollo de este proyecto se valoraron, entre otros aspectos, los diferentes formatos de recetas presentados por el paciente para retirar la medicación, así como los distintos centros sanitarios de los que provenía el paciente.
MATERIAL Y MÉTODOS: el estudio se realiza en una farmacia de Palma de Mallorca. Duración del estudio: durante los meses de abril, julio y octubre del 2015, y enero del 2016. Horario de las intervenciones: desde las 00.00 horas hasta las 08.00 horas. Investigadores: los farmacéuticos comunitarios de la farmacia. Muestra: todos aquellos pacientes o cuidadores que vinieron al servicio de guardia. Registro de actuaciones: el registro de las actuaciones se llevó a cabo en una hoja diseñada a tal efecto.
RESULTADOS: se han llevado a cabo más de 970 registros. Para poder valorar los resultados obtenidos se diferencian los centros de procedencia de atención médica en urgencias. El formato de receta empleado para prescribir en ellos fue el siguiente: Receta Electrónica (21%); receta en formato papel financiada (5,5%) e informe médico (73,5%). El formato de receta empleado para prescribir fue el siguiente: Receta Electrónica (52%), Receta papel financiada (38,5%); Receta no financiada (3,5%) e informe médico 6 %. El formato de receta empleado en los centros sanitarios privados fue: Receta papel financiada (4,5%); receta papel no financiada (70,52%) e informe médico de urgencias 25%. En cuanto al centro de procedencia de los pacientes, el 27 % procedía de un hospital público, el 40,5% procedía de un centro sanitario de atención primaria público y el 32,5 % procedía de un centro de atención sanitaria privada.
CONCLUSIONES: el uso de la receta electrónica para prescribir la medicación en urgencias médicas fue muy bajo a nivel hospitalario, ya que sólo el 21% de las prescripciones fueron hechas por este método. Sin embargo, a nivel de atención primaria el uso de la receta electrónica llegó a ser del 52%. El uso de informes médicos para prescribir la medicación en urgencias médicas, en lugar de utilizar algunos de los otros formatos válidos de receta, fue bastante elevado a nivel hospitalario, ya que el 73,5% de los pacientes demandaron su medicación mediante este método. Sin embargo, su uso a nivel de atención primaria fue del 6% y a nivel de atención privada del 25 %, con el consiguiente gasto económico para el paciente que viene de un centro sanitario público al tener que pagar íntegramente el coste de la medicación.