Dispensación de antibióticos: Proyecto ‘Happy Patient‘

Las bacterias están presentes en nuestro planeta casi desde el inicio de la vida; en él han evolucionado y se han adaptado de la misma manera que siguen haciéndolo hoy en día, acompañando a los hombres a lo largo de la vida. Las bacterias han causado y causan una de las problemáticas más importantes en el mundo de la medicina, las infecciones (1).

Aún no han pasado 100 años desde aquel milagroso descubrimiento por Alexander Fleming en el que un moho (Penicillium) podía hacer frente a un grupo de bacterias denominadas Staphylococcus aureus (2) así nació el primer antibiótico, la penicilina, y con él un gran avance en la historia de la medicina y de la humanidad.

El desarrollo del amplio arsenal terapéutico del que disponemos hoy en día para hacer frente a las infecciones nos ha dejado un camino lleno de éxitos logrando salvar muchas vidas que hace no mucho tiempo estaban condenadas a muerte. No sólo han conseguido disminuir altamente las tasas de mortalidad y morbilidad, sino que su aparición ha contribuido a disminuir el riesgo en procesos médicos tan importantes como la cirugía o el trasplante de órganos.

Pero no hemos tardado mucho en conocer la problemática de su uso y abuso masivo durante las últimas décadas, no solo en la clínica humana, si no también en los animales productores y la agricultura, afectando así a todo el conjunto que constituye el concepto ‘’one health’’ y dando lugar a uno de los problemas sanitarios más importantes de la actualidad, las resistencias a los antibióticos (3).

La automedicación, el incumplimiento de las pautas posológicas, la utilización de dosis incorrectas, la interrupción de los tratamientos antes de lo indicado, así como la elección inadecuada del antibiótico para hacer frente a una determinada infección ha contribuido a acelerar la aparición de este proceso asociado a la capacidad evolutiva de las bacterias (3) y que hoy en día es el responsable de alrededor de 33.000 muertes anuales en Europa y unas 4.000 muertes anuales en España, cuatro veces más que las provocadas por accidentes de tráfico (4).

En el contexto de esta problemática surge el proyecto ‘Happy Patient’ (parte publicado en este mismo número) que busca comparar la variabilidad entre las diferentes farmacias comunitarias españolas en la dispensación de antibióticos, obteniendo resultados que deben dar lugar a la reflexión y la crítica por parte de la profesión farmacéutica. En un 24,6 % de las dispensaciones no se ofreció ninguna información personalizada del medicamento al paciente, siendo la dispensación el servicio profesional esencial en la práctica diaria de los farmacéuticos comunitarios.

Otro resultado que llama la atención, según mi opinión fruto de la inseguridad y de subestimar nuestras capacidades como profesionales farmacéuticos, o quizá de la falta de formación en estos ámbitos durante nuestra etapa universitaria, es que aun no estando el farmacéutico dispensador de acuerdo con el tratamiento prescrito en un 18,3 % de las dispensaciones solo se contactó con el médico prescriptor en 4 de ellas (un 0,7 % de las dispensaciones) (5).

Estos resultados nos dejan de manifiesto la necesidad de mejorar la práctica clínica en la dispensación de antibióticos y crear protocolos de trabajo comunes encaminados a asegurar la idoneidad del tratamiento (evaluar la elección del antibiótico, detección de interacciones, contraindicaciones y alergias) que permita optimizar la antibioterapia y obtener el máximo beneficio terapéutico de ella, así como contribuir a disminuir la resistencia de los antibióticos.

Somos, como farmacéuticos y especialistas del medicamento, parte necesaria del cambio y debemos de educar a nuestros pacientes en la dispensación, comprobar que conocen y comprenden las pautas posológicas, la duración del tratamiento y dar pautas sobre la forma correcta de administración son acciones básicas que contribuyen mejorar el resultado del tratamiento y también a la disminución de la aparición de resistencias bacterianas.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Fernández-Ruiz D, Quirós-Enrique M, Cuevas-Pérez O. Los antibióticos y su impacto en la sociedad. Medisur, 2021 [Consultado 08/10/23]; 19(3):[aprox. -477 p.]. Disponible en: https://medisur.sld.cu/index.php/medisur/article/view/4898

2. Fleming A. On the antibacterial action of cultures of a penicillium, with special reference to their use in the isolation of B. influenzae. 1929. Bull World Health Organ. 2001;79(8):780-90. PMID: 11545337; PMCID: PMC2566493. Disponible en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2566493/pdf/11545337.pdf

3. Torrades S. Uso y abuso de los antibióticos. Offarm [Consultado 08/10/23]. 2001;20(8):82-93. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-uso-abuso-antibioticos-13018370

4. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. España mantiene el pulso frente a la pandemia silenciosa: la resistencia a los antibióticos. [Consultado 08/10/23] Disponible en: https://www.aemps.gob.es/informa/espana-mantiene-el-pulso-frente-a-la-pandemia-silenciosa-la-resistencia-a-los-antibioticos/

5. Plaza Zamora FJ, Mendoza Barbero A, Molinero A, Sánchez Marcos N, Lambert M, Taxis K, García-Sangenis A, Llor C. Auditoría de la dispensación de antibióticos en la farmacia comunitaria (proyecto ‘Happy Patient’). Farm Comunitarios. 2023 Oct 16;15(4):26-36. doi:10.33620/FC.2173-9218.(2023).28