JUSTIFICACIÓN: las Benzodiacepinas (BZD) son psicofármacos con indicaciones clínicas para ansiedad e insomnio, entre otras. Las guías clínicas son muy claras en relación a la duración de los tratamientos (4-12 semanas incluyendo el periodo de retirada), su uso prolongado es habitual y se asocia con tolerancia y dependencia, síndrome de abstinencia y factores de riesgo asociados. La deprescripción propone “el proceso de desmontaje de la prescripción de medicamentos por medio de su revisión, que concluye con la modificación de dosis, sustitución oelimin ación de unos fármacos o adición de otros”. Objetivos: Evaluar la duración de los planes de tratamientos con BZD en una Farmacia Comunitaria de Tenerife e identificar variables asociadas a la cronificación de los tratamientos con BZD como son la polimedicación y la revisión del plan de tratamiento y una posible derivación al médico para la deprescripción. Método: La cronicidad ha sido estudiada en 127 pacientes entrevistados en una Farmacia Comunitaria de Santa Cruz de Tenerife desde agosto 2020-febrero 2021 mediante preguntas incluidas en el CRD del estudio prospectivo observacional, descriptivo y transversal con código: DAA-CLO-2020-01, clasificado por la AEMPS y aprobado por el CEIm del Hospital Universitario de Canarias y el del Servicio de Ordenación Farmacéutica del Servicio Canario de la Salud.
RESULTADOS: los pacientes estudiados presentan una media de 6,5 años en tratamiento con BZD si bien el rango es de 0,2-40 años. Al preguntar por el tipo de tratamiento en el 71,65 % de los pacientes es crónico, frente al 28,35 % que lo reciben de manera puntual. El 93,7 % de las dispensaciones se realizan tras presentación de receta electrónica. La polimedicación está presente en el 55,9 % (uso de >5 medicamentos) y en el 37 % (1-4 medicamentos) de los usuarios de BZD. El 59,06 % de las prescripciones se origina en Atención Primaria frente al 36,22 % generada en Atención Especializada. Un alto número de pacientes (62,2 %) no ha visto su plan de tratamiento revisado en el último año, siendo esa revisión mayoritariamente efectuada por los médicos especialistas (64,58 %).
CONCLUSIONES: LA duración del tratamiento con BZD está relacionada con su seguridad. Es necesaria la intervención farmacéutica colaborativa farmacéutico- médico en pacientes usuarios crónicos de BZD. La derivación al médico para la deprescripción mejorará el uso racional de las BZD. La información personalizada administrada durante la dispensación sobre la duración de los tratamientos con BZD permite minimizar la inseguridad durante el uso de este grupo farmacológico.