JUSTIFICACIÓN: debido al estado de alarma sufrido por la pandemia del SARS-CoV-2, los pacientes de riesgo tuvieron que tomar precauciones para preservar su salud. Por ello, desde la farmacia comunitaria realizamos un servicio de atención farmacéutica domiciliaria resolviendo las dudas de nuestros pacientes, realizando el seguimiento y atención farmacéutica necesarios o acudiendo al domicilio a dispensar su medicación, guardando siempre las medidas de seguridad oportunas. Por otro lado, en Asturias, se intentó que las empresas de distribución recogieran la medicación hospitalaria de los pacientes y la hicieran llegar a la farmacia comunitaria seleccionada previamente por el paciente. El fracaso de dicha iniciativa obligaba a los pacientes a recoger su medicación como ya hacían antes de la pandemia, lo que suponía un estrés y un riesgo adicional innecesario para el mismo.
OBJETIVOS: como objetivo principal, desde la farmacia comunitaria, nos propusimos evitar una posible exposición al SARS-CoV-2 en pacientes de riesgo por acudir al hospital a recoger su medicación.
MATERIAL Y MÉTODOS: se recogieron los datos de aquellos pacientes que solicitaban ayuda, tramitando telefónicamente la entrega de la medicación a dichos pacientes. Una vez tramitada la solicitud el hospital de referencia hacía llegar la medicación a su casa a través de una empresa de mensajería.
RESULTADOS: dos pacientes demandaron nuestra ayuda. En ambos casos uno de los medicamentos requería cadena de frío. Si bien nuestras solicitudes fueron atendidas convenientemente, para evitar que un paciente se quedara sin medicación en una ocasión tuvimos que acudir personalmente a recogerla ya que la entrega se demoró más allá de la fecha prevista.
CONCLUSIONES: un problema con el que nos encontramos durante el confinamiento fue la incertidumbre que creaba en algunos pacientes la recogida de su medicación hospitalaria. Atendiendo a la labor asistencial de la farmacia comunitaria resolvimos de forma apropiada el caso de dos pacientes a los que el estado de alarma había dejado sin saber qué hacer. A tenor de la experiencia vivida podemos concluir que las empresas de mensajería no parecen la forma más adecuada para hacer llegar los medicamentos al paciente y menos aquellos que han de guardar la cadena de frío. Además de resaltar que la farmacia comunitaria está perfectamente preparada para el almacenaje y dispensación, con el seguimiento pertinente, de cualquier tipo de medicamento, requiera o no cadena de frío.