INTRODUCCIÓN: los programas de educación sanitaria en la comunidad llevan años desarrollándose a nivel mundial asumiéndose, sin demasiada evidencia científica, su efecto positivo.
OBJETIVO: mejorar los conocimientos sobre la hiperuricemia, los factores de riesgo cardiovascular y fomentar el uso correcto de los medicamentos en comunidades vecinales persiguiendo incrementar la competencia de los participantes en su propia salud y medir el impacto que esto tenía sobre la misma.
MÉTODO: trabajo ganador de la VI edición de la Beca STADA-SEFAC de investigación en atención farmacéutica, en el que se realizaron un total de 21 charlas en salud en 7 asociaciones vecinales en 2017 con una cadencia mensual, en cada asociación se impartieron las siguientes 3 charlas: ¿Qué es la gota?, Riesgo cardiovascular, El mundo del medicamento. Tras las charlas se realizaban medidas de ácido úrico, colesterol, tensión arterial, índice de masa corporal y perímetro abdominal a todos los vecinos interesados. El material empleado fue el necesario para medir las variables objeto de estudio y para la realización de las charlas: encuestas, sistema de análisis de química seca, tiras reactivas, tensiómetros, báscula, tallímetro, cinta métrica, proyector y ordenador.
RESULTADOS: asistieron a las charlas 312 vecinos, de los cuáles 128 participaron voluntariamente en la medida de las variables clínicas objeto de estudio en este proyecto. La media de edad fue de 70 años y el 75% de los participantes era mujer. El 17,3% de la población estudiada tenía antecedentes de gota en familiares de primer grado y entre ellos el 28,6% presentó valores de ácido úrico por encima de los normales en las mediciones realizadas. Un 15% del total presentaba hiperuricemia, el 41,8% valores elevados de presión arterial y el 22,69% niveles altos de colesterol total. El perímetro abdominal medio fue de 100,8 cm para las mujeres y de 101 cm para hombres. Solo el 20,55% del total de los vecinos analizados presentó un peso corporal normal. El 72,7% de los encuestados declararon realizar algún tipo de actividad física regularmente.
CONCLUSIONES: el principal problema para el desarrollo del proyecto fue el hecho de que los vecinos no completaban el ciclo de 3 charlas. De hecho, solo un 2,4% asistió a 3 y un 7,5% lo hizo a 2. Esto imposibilitó saber si la intervención tenía algún impacto en la salud de los asistentes. Aunque la muestra analizada es pequeña y con un sesgo de sexo, se observó una mayor prevalencia de hiperuricemia y diferentes factores de riesgo cardiovascular en las zonas más urbanas y con menor poder adquisitivo. Merece una mención especial el problema con el exceso de peso detectado (sobrepeso: 45,2%, obesidad I: 28,8%, obesidad II: 5,5%) y los valores de presión arterial (el 48,8% de los pacientes con valores elevados estaba siendo tratado con antihipertensivos). Estas intervenciones en la comunidad parecen ser beneficiosas, pero medir su efecto es complicado por falta de continuidad de los participantes.