OBJETIVOS: las repercusiones negativas de las interacciones entre fármacos y nutrientes pueden resultar perjudiciales e incluso graves, pero también existen interacciones con efectos positivos que pueden resultar útiles terapéuticamente. El objetivo de este artículo es detectar las interacciones medicamento-alimento y prevenirlas en lo posible.
MATERIAL Y MÉTODOS: se ha realizado una revisión bibliográfica en las bases de datos científicas Pubmed, Medline, Cuiden, Lilacs y Enfispo. Se han seleccionados los artículos originales y de revisión publicados entre 2008 y 2014. Los términos empleados para la búsqueda han sido: “fármacos”, “nutrientes”, “interacción”, “efectos positivos”, “efectos negativos”, “alimentación ácida” y “alcalina”.
RESULTADOS: tras la revisión de la bibliografía se han detectado una serie de interacciones que detallamos a continuación. En primer lugar, se ha observado que la cafeína interacciona farmacocinéticamente con algunos medicamentos provocando toxicidad, ya que el citocromo P450 participa en el metabolismo de la cafeína y de muchos fármacos (antimicóticos, antiinflamatorios, alopurino, etc.). Se ha demostrado que la fibra produce la reducción de la absorción de muchos fármacos, por lo que debemos aconsejar que la ingestión de fibra se realice de forma separada a la toma del fármaco, aprovechando así los efectos beneficiosos de ambos. El zumo de pomelo contiene un componente fenólico, que inhibe la actividad metabólica del isoenzima CYP3A4 del citocromo P450 en la pared intestinal, lo que da lugar a un aumento en la concentración de varios medicamentos. Diversos estudios consultados informan acerca de los efectos de la dieta en la eliminación de fármacos. Tras la revisión bibliográfica se puede concluir que la alimentación ácida disminuye la eliminación de fármacos ácidos y aumenta la eliminación de los fármacos alcalinos. A su vez, se ha demostrado que una alimentación alcalina aumenta la eliminación de los fármacos ácidos y disminuye la eliminación de los fármacos alcalinos.
CONCLUSIONES: es importante identificar, controlar y prevenir las interacciones entre fármacos y nutrientes, de forma que no solo repercuta en la práctica clínica, sino también en los costes. Tras analizar las interacciones entre medicamentos y alimentos y viceversa, podemos concluir que los medicamentos y los alimentos pueden interaccionar tanto de manera positiva como de forma negativa, por lo que debemos ser especialmente cautos a la hora de su administración conjunta.