Justificación
Varios ensayos comparan la eficacia y seguridad de los anticoagulantes directos (ACOD) frente a los antivitamina K (AVK) en pacientes con FA programados para cardioversión eléctrica (CVE), ninguno de ellos con potencia estadística suficiente por lo que resulta importante conocer los resultados de dicha práctica en la vida real, datos a día de hoy poco conocidos.
Objetivos
Se estudiaron de forma retrospectiva las CVEs programadas realizadas con ACOD o acenocumarol en un hospital de 3er nivel y en un periodo de 24 meses.
Metodología
Se analizaron las características clínicas basales de la muestra y los resultados hasta 2 meses tras la CVE en términos de eficacia (Ictus, AIT, IAM o embolia sistémica) y seguridad (sangrados). Se comparó además el tiempo de anticoagulación previo a la CVE (TACVE).
Resultados
Durante este periodo se realizaron 320 CVEs, 32% con acenocumarol (N=104),30% rivaroxaban (N=94), 23% apixaban (N=73), 8% dabigatran (N=26) y 5% edoxaban (n=17), gráfico 1.No se encontraron diferencias significativas entre los distintos fármados del grupo ACOD. Sí se encontraron diferencias significativas entre los grupos ACOD y AVKs en características basales de mayor riesgo como la edad (edad media 60,1 vs 66,1 años, p=˂0,001), creatinina (0,94 vs 1,12 mg/dl, p=0,01), CHA2DS2VASc (1,,94 vs 2,74 puntos, p=0,001) y HASBLED (2,19 vs 2,61 puntos, p<0,01). La incidencia de eventos tromboembólicos fue baja, uno en el grupo de Rivaroxaban en comparación con 3 en el grupo de acenocumarol . Se registró una baja incidencia de sangrado mayor, 1 de origen digestivo con Rivaroxaban y 3 mayores con acenocumarol incluyendo una hemorragia fatal ( p=NS). El TACVE fue significativamente menor en los pacientes con ACOD (27,2 vs 39,9 días, p=0,001).
Destaca también la diferencia entre el número total de CV espontáneas: 4 en el grupo sintrom (3,8%) y 27 en ACOD (12,8%), p<0,01).
Conclusiones
El tratamiento con ACOD en pacientes programados para CVE es una alternativa eficaz y segura al tratamiento tradicional con AVKs con la ventaja de una reducción del tiempo hasta la realización de la CVE. Nuestros datos revelan que continúa la práctica de tratar a los pacientes con AVKs a pesar del retraso en las técnicas programadas que ello puede suponer y los peores resultados obtenidos.