INTRODUCCIÓN: la implicación de la farmacia comunitaria (FC) en la revisión de medicación del paciente es fundamental para evitar errores y situaciones de riesgo, así como ingresos hospitalarios. Una de esas situaciones de riesgo relacionadas con medicamentos es conocida como triple whammy (TW). El efecto sobre el glomérulo del uso conjunto de 3 fármacos: un AINE y dos antihipertensivos (IECA o ARAII más diurético) puede provocar un fallo renal. En este tipo de pacientes se debe evitar el uso de AINE en favor de paracetamol y, en caso de necesidad, se deben hacer controles renales periódicos.
OBJETIVOS: detectar desde la FC pacientes que puedan estar en situación de riesgo de fallo renal debido a la combinación de fármacos conocida como TW. Prevenir al paciente, mediante información verbal y escrita, sobre el riesgo en caso de automedicación con AINE. Derivar al médico en caso de tener prescritos los 3 fármacos implicados en la TW para advertir sobre la situación y asegurar los controles renales necesarios.
MATERIAL Y MÉTODO: estudio realizado en una FC durante 3 semanas. Población diana: pacientes que tienen prescrito un antihipertensivo tipo ARA II o IECA más diurético. Durante la dispensación se consulta sobre el uso conjunto de AINE, tanto por prescripción como por automedicación. En caso de prescripción de los 3 medicamentos implicados en la TW se hace una derivación al médico para revisión de medicación. En caso de automedicación se da consejo sobre la conveniencia de uso de paracetamol en vez de AINE. Entrega de documentación informativa sobre la TW. Revisión de la medicación mediante receta electrónica o recetas manuales. Formulario anónimo para registro de la medicación, problemas de salud que puedan suponer un riesgo añadido e intervención farmacéutica en cada caso. Documento explicativo al paciente sobre las condiciones de riesgo y cómo actuar en cada caso para evitar el fallo renal.
RESULTADOS: se han detectado 29 pacientes que usan IECA+Diurético (5) o ARA II+Diurético (24). 16 pacientes, además, utilizan algún AINE por lo que están en situación de riesgo de fallo renal. Todos los pacientes recibieron información escrita. Los que tienen prescrito el AINE (6) fueron derivados al médico para confirmar la prescripción, a los que se automedican (10) con algún AINE se les recomendó dejar de usarlo y pasar a Paracetamol. Al resto se les recomendó no usar AINE en el futuro sin prescripción médica. Únicamente el 10% tiene controles renales.
CONCLUSIONES: la detección de la condición de TW es posible desde la FC gracias a la visión de conjunto de toda la medicación que usa el paciente. Una correcta dispensación que incluya información al paciente y/o derivación al médico supone un método eficaz para evitar importantes problemas de salud. Son necesarios más estudios multidisciplinares sobre TW que puedan medir resultados en salud.