PRESENTACIÓN: mujer de 86 años en tratamiento con Metformina (1-0-1), Gliclazida (1-0-0), Sitagliptina (1-0-0), Ácido acetilsalicílico (0-1-0), Insulina Isofánica Humana rADN (8-12-0 UI), los días que toma Prednisona 10 mg, Manidipino 20 mg (0-0-1), Losartán(1-0-0), Simvastatina/Ezetimiba (0-0-1), Risedronato 75 mg 2 comp. (2 comp. cada mes). Acude a la farmacia quejándose de un fuerte dolor en el gemelo (zona tendón de Aquiles) en una sola pierna que persiste durante varios días. Cinco días antes le dan el alta hospitalaria debido a un ingreso de tres días provocado por un aumento de los niveles de glucosa derivado de una infección respiratoria.
INTERVENCIÓN: nos llama la atención el dolor tan intenso que posee, le preguntamos desde cuándo tiene tanto dolor, a lo que responde que desde su ingreso en el hospital hace algo más de tres días. Nos comenta que ingresó por una grave infección respiratoria que le alteró los niveles de glucosa, por la que el médico le pautó entre otros fármacos levofloxacino el primer día del ingreso, continuando posteriormente el tratamiento en su domicilio. Creo que una posible reacción adversa del medicamento (RAM) puede ser la causa del agudo y pronunciado dolor. Dada su avanzada edad y otros factores de riesgo que posee, entre los que cabe destacar el tratamiento con bifosfonatos para la osteoporosis y corticoides para la polimialgia reumatoide, se deriva a su médico de cabecera.
RESULTADOS: el médico confirma de inmediato la RAM y lo notifica en su historia clínica. No se procede a la suspensión del medicamento, ya que en el momento de la consulta médica el tratamiento había finalizado.
CONCLUSIONES: la primera tendinopatía por quinolonas notificada al SEFV-H S se produce en 1990 (Esteban Calvo, C.; Gil López-Oliva, A.; Ibáñez Ruiz, C. Reacciones Adversas a Medicamentos. Dirección General de Ordenación e Inspección de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. 2009, V16, nº3). Las quinolonas son una familia de antibióticos de amplio espectro muy utilizados en la práctica médica. Los efectos secundarios más habituales son gastrointestinales, cutáneos y neurológicos. Raramente y muy infrecuentes pueden presentar lesiones y roturas tendinosas y tendinitis de etiología desconocida, aunque hay atribuidas varias teorías como: edad, insuficiencia renal, tratamiento con corticoides, estrés mecánico, mecanismos inflamatorios, isquemia local o toxicidad sobre las fibras tendinosas que incrementan el riesgo de dichas lesiones. Debido a ello, es de vital importancia la detección por parte del farmacéutico y su derivación a su médico para una revaloración del tratamiento.