Justificación
En la población infantil el estudio de los hábitos alimentarios tiene una especial relevancia porque será durante este periodo de la vida cuando se establezcan los modelos dietéticos personales que se irán consolidando a lo largo de la infancia y la adolescencia, siendo el medio escolar y familiar, los ámbitos educativos de mayor influencia en la adquisición del modelo dietético.
Objetivos
Conocer el consumo cualitativo y distribución de los alimentos en las diferentes ingestas diarias en los adolescentes de nuestro entorno asistencial, como base de un futuro programa de intervención dietética.
Metodología
Encuesta recordatorio de 24 horas a un grupo de 120 jóvenes (54 varones y 66 mujeres), de entre 10 y 16 años de edad. También se les pedía su menú favorito (1º y 2º platos y postre) y sus alimentos no deseables.
Resultados
No se han encontrado diferencias significativas en el consumo en relación con el sexo.
En el desayuno: la leche (94,5%) y los dulces (52%) eran los alimentos más consumidos, el 52,5% realizaban ingesta a media mañana, siendo los dulces 30,3% los alimentos más consumidos. En el almuerzo: las carnes 70,4% y el pan 68,1% (10.5% pan integral) eran los alimentos más consumidos, siendo mucho menor el consumo de verduras (35,2%), frutas (33,6%), legumbres (31,4%) y pastas (22,5%). El 94,7% merendaban, siendo el pan (77,3%), y los dulces (44,9%) los alimentos más consumidos. En la cena, el pan (48%), las carnes (38%) y la leche (36%) eran los alimentos más consumidos. Los alimentos preferidos como primer plato eran las pastas (61,6%) y el arroz (19,3%). Como segundo plato las carnes (83,1%) con patatas fritas (35,7%); y como postre las frutas (46,9%) y los yogures (28,3%). Los alimentos menos deseables eran las verduras (44,1%), los pescados (22,3%) y las legumbres (16,8%)
Conclusiones
Los hábitos alimentarios prevalentes en los adolescentes se caracterizan por un excesivo consumo de carnes y azúcares refinados junto a un deficiente consumo de frutas, verduras, cereales, legumbres y pescados. Es necesario llevar a cabo programas de educación sanitaria y nutricional, en el contexto escolar y familiar, que permitan consolidar hábitos dietéticos saludables en el adolescente.