INTRODUCCIÓN: la DM2 comprende un grupo de trastornos metabólicos frecuentes que comparten el fenotipo de la hiperglucemia. En España afecta alrededor del 14 % de la población, genera 5.000 millones de euros en gastos directos y disminuye la calidad de vida de las personas.
OBJETIVOS: evaluar la percepción de la calidad de vida en las personas con DM2. Conocer la percepción de calidad de vida en función de las posibles complicaciones. Evaluar las limitaciones debido a su enfermedad. Evaluar la influencia del tipo de antidiabético en la calidad de vida.
MATERIAL Y MÉTODOS: estudio observacional, descriptivo y transversal, realizado en ocho farmacias de la CAM durante tres meses (marzo-mayo 2019) a pacientes de 40 o más años que acudían a la FC a retirar su medicación antidiabética. Se elaboró una encuesta que recogía datos sociodemográficos, tipo de tratamiento, enfermedades, años de evolución de la DM2, complicaciones, percepción de su tratamiento y calidad de vida. Tratamiento estadístico con Excel®.
RESULTADOS: 195 pacientes (50 % mujeres), con edad 68±14,9 años, 13,6 % sólo padecía diabetes, 50 % una patología más, 23,6 % dos patologías más, 9,8 % tres patologías más. 33,3 % diagnosticado hacía más de 13 años. Influencia de complicaciones en su calidad de vida: hipoglucemias 46,4 %, problemas visión 36,9 %, problemas renales 24,1 %, problemas cicatrizaciones 26,7 %. La DM2 influía en: viajes (31,8 %), toma de decisiones (33,3 %), ejercicio físico (33,3 %), comida (71,8 %), bebida (54,4 %), relaciones sociales (11,8 %). Percepción calidad de vida con tratamiento inyectable: 46,6 % peor que con ADO y con tratamiento oral: 61,9 % mejor que con inyectables. El 17,4 % con DM2 refiere tener muy buena calidad de vida y el 49,8 % tendría muy buena calidad de vida si no fuese diabético.
CONCLUSIONES: uno de cada cinco pacientes percibe que, pese a sufrir una patología como la diabetes, su calidad de vida es muy buena, pero si no sufrieran diabetes esta percepción aumentaría a uno de cada dos pacientes. Más de la mitad de los pacientes percibe que su calidad de vida no se ha visto influida por las posibles complicaciones que hayan podido sufrir. La mitad de los pacientes refieren que no harían más actividad física si no tuviesen diabetes, pero sí disfrutarían más de las bebidas y tres de cada cuatro disfrutaría más de las comidas. Las personas que están en tratamiento con antidiabéticos orales creen que su calidad de vida es mejor que si estuvieran en tratamiento con inyectables.