PRESENTACIÓN: paciente varón de 36 años, IMC=31; epiléptico desde la infancia y habitual de la farmacia, con tratamiento que retira sin cadencia constante. Durante años ha sido rechazado socialmente por su falta de higiene y fuerte olor corporal. Vive con familia desestructurada (madre y hermana) que no se implican en su tratamiento. En julio de 2019 sufre una crisis parcial que posteriormente se hace tónico-clónica generalizada, requiriendo ingreso en UCI hospitalaria para vigilancia estrecha y tratamiento anticomicial adecuado. Tras conseguir control de la crisis con midazolam y propofol, recibe alta hospitalaria. Acude entonces a la farmacia muy preocupado a retirar tratamiento según nuevas pautas indicadas en informe: ácido valproico 500 mg/8 horas; lacosamida 200 mg/12 horas; levetiracetam 1.500 mg/12 horas; carbamazepina 300 mg/8 horas; clobazam 10 mg/8 horas; omeprazol 20 mg/ 24horas; ácido fólico 5 mg/24 horas; se señala como posible desencadenante de la crisis sufrida la falta de adherencia terapéutica.
DESARROLLO: se le ofrece el servicio de sistemas personalizados de dosificación (SPD) informándole de las ventajas que supone para cumplir el tratamiento. Lo acepta asumiendo su coste. Tras entrevista inicial se detecta que el paciente consumía bebidas estimulantes. Se concreta con él el compromiso de acudir semanalmente para recoger la medicación. En cada visita se insiste en la importancia de mejorar los hábitos higienicodietéticos para para contribuir a mejorar el tratamiento. La preparación de los blísters semanales se realizó siguiendo el protocolo normalizado de trabajo de SPD del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y utilizando el sistema de SPD Venalink®. Tras la fase de estudio se envía informe escrito al médico de atención primaria (MAP) para informar que el paciente inicia servicio SPD y confirmar la farmacoterapia. Marcamos como indicador del servicio el número de crisis epilépticas y la mejora en los hábitos higiénico- dietéticos.
RESULTADOS: durante el período julio 2019- febrero 2020, el paciente ha retirado 35 blísters semanales. Tan solo en una ocasión se detectó un retraso en la recogida. El índice de complejidad de la farmacoterapia (ICFT) ha disminuido de 25 a 14,5. No se detectan nuevas crisis epilépticas, ni ingresos hospitalarios. El paciente ha mejorado algo sus hábitos de higiene corporal.
CONCLUSIÓN: el servicio de SPD resulta útil en el paciente epiléptico al reducir la complejidad de las pautas posológicas, favoreciendo el cumplimiento terapéutico. Las visitas semanales a la farmacia contribuyen, además, a mejorar los hábitos higienicodietéticos a través de la educación terapéutica realizada.