INTRODUCCIÓN: numerosos estudios han evidenciado que los contaminantes atmosféricos de las ciudades, como CO, SO2, NOx, compuestos orgánicos volátiles (COV), O3, metales pesados y partículas (PM2.5 y PM10), provocan efectos agudos y crónicos en la salud además de incrementar los ingresos hospitalarios por enfermedades respiratorias (EPOC, asma) y circulatorias (cerebrovasculares, isquémicas) o la mortalidad. La atención farmacéutica podría apoyar al paciente informándole, no sólo de los riesgos derivados de la exposición a altos niveles de contaminación, sino también de pautas de prevención de estos.
OBJETIVOS: el objetivo de este estudio es determinar si existe necesidad de información por parte de los madrileños sobre cómo la contaminación afecta a su salud, si la farmacia puede ser un buen canal para difundir dicha información y cómo debe de integrarse todo ello en la atención farmacéutica de las enfermedades más afectadas por dicha contaminación.
MATERIAL Y MÉTODOS: estudio epidemiológico observacional de tipo transversal, en el que han participado 384 usuarios de farmacias comunitarias mayores de edad en la Comunidad de Madrid. La recogida de la información se hizo mediante entrevista personal, con cuestionario cerrado on-line de Google, realizada por un farmacéutico en cada una de las 33 farmacias seleccionadas en toda la Comunidad de Madrid, desde enero a abril de 2018.
RESULTADOS: La mayoría de los encuestados son mujeres de 65 años o más. Más de la mitad no saben cuándo se superan los niveles umbrales de contaminación en su municipio, sobre todo entre los no residentes en Madrid. En Madrid, la mayoría recibe dicha información a través de los medios de comunicación o de mensajes institucionales. Más del 75% de los encuestados dice tener conocimiento de que la contaminación tiene efectos en salud, aunque ese porcentaje disminuye cuando se pregunta si la contaminación de su municipio le afecta directamente. La mayoría opina que no recibe suficiente información y también son mayoría los que opinan que son los niños, ancianos y los enfermos las personas más vulnerables a la contaminación. A más del 50% le gustaría recibir dicha información y más del 75% opina que la farmacia comunitaria sería el vehículo más adecuado para proporcionarla, tanto de forma general como particular. Estos resultados son provisionales, pero muestran una clara tendencia de este interés.
CONCLUSIONES: la contaminación atmosférica genera efectos en salud. La farmacia comunitaria despierta confianza entre sus usuarios para vehicular la información, tanto de forma general como individual, de los riesgos que entraña la exposición a la contaminación. Sería bueno trabajar con los Ayuntamientos más afectados, para incorporar al acervo de la farmacia comunitaria los aspectos de salud pública con mayor interés para la población, como es el caso de la contaminación atmosférica. Además de beneficiar al paciente, otorga a la farmacia comunitaria un valor añadido importante.