OBJETIVOS: Conocer si los pacientes que retiraban un medicamento fotosensibilizante de la farmacia estaban informados del riesgo de desarrollar fotosensibilidad. Realizar las intervenciones farmacéuticas adecuadas para evitar estas reacciones. Valorar la aceptación de la AF en la prevención de problemas de salud relacionados con el sol.
MATERIAL Y MÉTODOS: Se realiza un estudio observacional transversal descriptivo, en cinco farmacias comunitarias de Málaga entre los meses de junio y agosto del 2012. Se realizó una sesión formativa a las farmacias participantes. Para este estudio disponíamos de los listados de medicamentos fotosensibilizantes cedidos por el CIM y el obtenido del BOT PLUS, una guía de consulta rápida, una hoja de registro para cada dispensación, una hoja de recomendaciones para el paciente y una pegatina para adherir en los envases. Criterios de inclusión: pacientes que acuden a la farmacia solicitando uno o varios medicamentos susceptibles de producir reacciones de fotosensibilidad con o sin receta médica para uso propio o para alguien a su cuidado.
RESULTADOS: Se realizaron 293 registros; 28,3 por ciento hombres, 71,7 por ciento mujeres; por fototipos: fototipo I (2,4 por ciento), fototipo II (24,4 por ciento), fototipo III (49,1 por ciento), fototipo IV (21,6 por ciento), fototipo V (2,4 por ciento). El 30 por ciento sabía lo que era un medicamento fotosensible, en el 84,3 por ciento de los casos el medicamento era para uso propio; el 91,8 por ciento de prescripción, el 1 por ciento de indicación y el 7,2 por ciento automedicación; el 91,1 por ciento era continuación de tratamiento; el 47,8 por ciento usaba fotoprotector, de los cuales: 22,9 por ciento FPS alto, 17,7 por ciento medio y 4,1 por ciento bajo; el 27 por ciento había notado problemas de fotosensibilidad; el 92,8 por ciento encontraba de utilidad la información; de los que no utilizaban fotoprotector el 8,2 por ciento lo adquirió tras la información; el cien por cien recibió información oral y escrita.
CONCLUSIONES: Hay que resaltar el poco conocimiento que tiene la población del riesgo de desarrollar reacción de fotosensibilidad con determinados medicamentos. Debido al grado de aceptación de nuestros consejos, creemos que la función del farmacéutico comunitario es clave en la prevención de los daños ocasionados por el sol y dichos medicamentos. Acentuamos la importancia de que el farmacéutico comunitario haga hincapié en el consejo sanitario en la dispensación de un medicamento fotosensible prescrito como el que realiza en una indicación farmacéutica, así como en los pacientes menores de 35 años. Subrayamos que además de mejorar la calidad asistencial de nuestros pacientes que utilizan medicamentos fotosensibles la farmacia comunitaria obtiene un aumento en sus ventas en fotoprotectores incrementando así el rendimiento económico de su empresa.