OBJETIVO: conocer la opinión de la población española sobre la industria farmacéutica que desarrolla su trabajo y proyectos en nuestro país.
MATERIAL Y MÉTODO: estudio cuantitativo a una muestra representativa de la población española. El universo de la muestra se hizo a través de 1.208 entrevistas a individuos de 16 a 75 años residentes en municipios de más de 500 habitantes. La recogida de información fue a través de entrevistas telefónicas asistidas de ordenador entre el 27 de enero y el 10 de febrero de 2014.
RESULTADOS: el 71por ciento de la población asocia la industria farmacéutica con una imagen positiva derivada de su actividad en la salud, medicamentos, investigación, etc. Frente a un 22 por ciento que la asocia con una imagen negativa de negocio y dinero. Entre los sectores por edades se puede ver que los más jóvenes (1625 años) y los mayores (66-75 años) son los menos críticos con la industria. Mientras que la población con una edad entre los 26-35 años son los más críticos. Respecto a la importancia que le da la población española a la industria farmacéutica obtenemos que la sitúa en 4° lugar dentro del tejido industrial de nuestro país. Sin embargo, la población no le da buen valor en cuanto a la creación de puestos de trabajo, situándolo como el 8° sector en creación de empleo. Respecto a la imagen general del sector, un 41,3 por ciento de la población tiene una buena imagen de la misma frente a un 21,8 por ciento que tiene una mala imagen. La mejor imagen de la industria se sitúa en la población de más edad (55-75 años). La actividad investigadora de la industria farmacéutica es la que se visualiza más claramente entre la población con un 63,7 por ciento. Mientras que la labor social que realiza nuestro sector no se ve tan clara (25,8 por ciento de la población). Los españoles tienen una visión de la industria como un sector muy rentable (81,5 por ciento de la población) mientras que sólo un 38,6 por ciento cree que ha sido muy afectada por la crisis.
CONCLUSIONES: el pensamiento negativo siempre tiene un mayor altavoz, aunque estadísticamente predomina la imagen positiva de la industria. Se le reconoce el valor que tiene como motor económico a futuro, siendo ahora mismo el 4° sector exportador y contribuyendo con un 1,3 por ciento al PIB del país.