INTRODUCCION: riesgo cardiovascular es la probabilidad de que un individuo determinado presente una enfermedad cardiovascular grave como infarto agudo de miocardio o accidente vascular cerebral y esto va a depender fundamentalmente del número de factores de riesgo que estén presentes en un individuo.
OBJETIVOS: determinar los valores de presión arterial, IMC y colesterol. Detectar pacientes con factores de riesgo o patologías no tratadas.
MATERIAL Y MÉTODOS: se realiza un estudio observacional transversal sobre 90 pacientes, mayores de 18 años, no diagnosticados, durante noviembre 2019 a febrero 2020. Se realiza entrevista personal y se llevan a cabo la toma de valores.
RESULTADOS: de los 90 pacientes, 26 son hombres y 64 mujeres. Se registró edad, sexo, tabaquismo, valor de colesterol total, IMC y tres medidas de presión arterial en tres días diferentes. Se calculó el RCV con tablas Score de bajo riesgo vascular. Por edades, el 20 % tiene entre 30 y 44 años, el 50 % entre 45 y 64 y el 30 % tiene más de 65 años. El 25 % es fumador. El 56 % presenta valores de colesterol < 200 mg/dl. El 75 % presentó una media de PAS < 140. El 24 % tiene un IMC < 25, el 24 % entre 25-29,9 y > 30 el 52 %. El 10 % de los pacientes presenta RCV muy alto y tienen entre 63 y 78 años. Casi el 15 % de los pacientes tiene un RCV alto. El perfil del paciente con RCV muy alto es el de un hombre, mayor de 60 años, no fumador, obeso, que presenta mayoritariamente colesterol total elevado y su PAS está por encima de 135 mmHg.
CONCLUSIÓN: el cálculo del RCV permite valorar de una manera más eficiente la introducción del tratamiento farmacológico hipolipemiante, antihipertensivo o quizás antiagregante, en prevención primaria en sujetos de alto riesgo. Por tanto, en las estrategias actuales de prevención cardiovascular, la reducción del riesgo global debe representar la meta en nuestra práctica clínica estableciendo las modificaciones necesarias en el estilo y hábitos de vida, junto con la más eficaz estrategia terapéutica dirigida al conjunto de los factores de riesgo. Se planifica una intervención sobre los estilos de vida, dieta, ejercicio físico y deshabituación tabáquica, que pretende reducir el riesgo al 50 %. Los objetivos de la prevención cardiovascular son reducir esta morbimortalidad de individuos con riesgo elevado, y asistir a los que tengan un riesgo absoluto bajo, para que lo mantengan.