INTRODUCCIÓN: el farmacéutico debe reorientar la actividad de la farmacia comunitaria hacia servicios profesionales farmacéuticos que mejoren la salud del paciente. Estos servicios son prestados por farmacéuticos empleando sus habilidades y conocimientos para adoptar un papel activo en la asistencia sanitaria del paciente, mediante una interacción eficaz tanto con los pacientes como con otros profesionales de la salud.
OBJETIVOS: investigar las características de los usuarios y conocer su opinión sobre nueve servicios profesionales farmacéuticos (capacitación del farmacéutico para la prestación de los mismos y remuneración).
MATERIAL Y MÉTODO: se realizó un estudio observacional durante los meses de diciembre de 2013 a marzo de 2014 en dos farmacias comunitarias de Valladolid. Se utilizaron cuestionarios online mediante la herramienta "Google drive", administrados por el farmacéutico a todos aquellos usuarios mayores de 14 años. Mediante este cuestionario se recogieron las características del usuario, la opinión del mismo sobre la capacitación del farmacéutico para ofrecer nueve servicios profesionales (puntuación de 0-10) y sobre la remuneración de los mismos. El análisis estadístico se efectuó con el programa SPSS 19.0.
RESULTADOS: en este estudio participaron 166 personas, de las cuales 154 dieron el consentimiento verbal, recibieron información sobre los servicios profesionales farmacéuticos y respondieron al cuestionario. La edad media de la muestra fue de 45,7±16,4 años. En más de la mitad de los usuarios acudía el paciente a la farmacia y presentaba estudios universitarios. El 51,9 por ciento de los pacientes tomaba 1 ó más medicamentos. Los servicios profesionales farmacéuticos mejor valorados fueron el Sistema Personalizado de Dosificación (SPD) con una nota de 9,1; la monitorización y control de la presión arterial (nota=8,8); la Revisión del Uso de la Medicación (RUM; nota=8,8); el servicio de Cribado de Patologías Prevalentes (CPP; nota=8,8) y el Seguimiento Farmacoterapéutico (SFT) con una puntuación de 8,7. El servicio de cesación tabáquica fue el de puntuación más baja (7,8). En cuanto a la remuneración de los servicios, el paciente estaría dispuesto a pagar por el control de la presión arterial, parámetros sanguíneos, soporte nutricional y cesación tabáquica. La farmacia comunitaria debería de autofinanciarse en la prestación del servicio de educación y promoción de la salud. La Seguridad Social participaría fundamentalmente en la remuneración del CCP, SFT y RUM.
CONCLUSIONES: el paciente valora muy positivamente la capacitación del farmacéutico comunitario para la prestación de nueve servicios profesionales farmacéuticos y estaría dispuesto a pagar por la mayoría de ellos.