INTRODUCCIÓN: El cuidado al enfermo de Alzheimer (EA) se realiza mayoritariamente a través de la estructura informal (principalmente la familia) y en menor intensidad con la estructura formal (ámbito sanitario, sociosanitario y prestaciones económicas a través de las pensiones). Los familiares cuidadores prestan un importante servicio a la sociedad y sus familiares, lo cual tiene un considerable coste en su propio bienestar. El 65 por ciento de los familiares que cuidan directamente al EA sufrirán cambios sustanciales en sus vidas y una importante merma de su salud física o psíquica, llegando el 20 por ciento a desarrollar un cuadro intenso conocido como burnout o del cuidador quemado.
OBJETIVOS: Conocer el perfil del cuidador familiar del paciente de EA y el tipo de cuidados que presta. Detectar posibles psicopatologías que sufren los cuidadores principales familiares (CPF) de enfermos de Alzheimer. Evaluar el nivel de sobrecarga percibida.
MÉTODO: De un grupo de treinta cuidadores familiares informales de enfermos de Alzheimer, que acuden regularmente a una farmacia, se recogieron variables sociodemográficas y se administraron los siguientes cuestionarios: Inventario de depresión de Beck, STAICuestionario de ansiedad, escala de sobrecarga del cuidador de Zarit. Se utilizo la correlación de Spearman para determinar la relación entre las diferentes variables.
RESULTADOS: veinticinco CPF completaron el estudio. El perfil de cuidador, de acuerdo con los datos obtenidos, corresponde con el de una mujer (80 por ciento) de 55 años, familiar de primer grado del paciente, principalmente hijas (60 por ciento), casada, con estudios primarios (48 por ciento). Los cuestionarios mostraron ansiedad en un 20 por ciento, depresión moderada en un 8 por ciento y severa en un 12 por ciento, sobrecarga leve en un 28 por ciento y alto grado de sobrecarga en un 24 por ciento. Se encontró relación significativa inversa entre nivel educativo y sobrecarga.
DISCUSIÓN/ CONCLUSIONES: Existe un importante sentimiento de malestar psíquico (ansiedad y depresión) y sobrecarga entre los cuidadores. El perfil del cuidador parece ser independiente de rasgos culturales o variables sociales. La asistencia al cuidador debería integrarse en la atención al paciente, en el marco de planes nacionales que incluyan ayudas y subvenciones a los cuidadores lo que redundará en conseguir una mejor atención al EA. El farmacéutico, debido a su relación de proximidad con los cuidadores de enfermos de Alzheimer, puede identificar a quienes sufran psicopatologías no diagnosticadas, valorar inicialmente el grado de sobrecarga y establecer unas líneas de intervención sobre ellos, contribuyendo a su educación sanitaria planteando medidas preventivas para evitar el deterioro de su salud física y mental.